Estos días el chaval andaba un poco pachucho, algo afectado por el típico virus de verano. Hoy ya está mejor: ha vuelto al campamento urbano en el colegio Jean Piaget. Pero la tarde del lunes y un rato en la del martes hemos estado tirados, en plan vago estival y también de recuperación, viendo vídeos de trucos mágicos y Teledeporte (uno de los canales ahora preferidos). El hecho es que resulta muy gratificante irle explicando cosas de los deportes: creo que le gustan todos, y escucha quieto con mucha atención, mientras mira la pantalla. Ayer vimos la etapa del Tour de Francia y un cachillo del partido de tenis del torneo de Bastad que creo termino ganando Pere Riba. El lunes en cambio nada parecía interesarle demasiado: deporte, Cars 2; la pista me la dio un intento también fallido con Harry Potter. Nos pasamos hora y media viendo trucos de magia en Youtube. La magia, los magos le encandilan (claro). De vez en cuando, Daniel lanzaba sus conjuros y palabras mágicas como para corroborar la habilidad del mago. Y a mi vez esos momentos también me parecen absolutamente mágicos: son un bálsamo, un descanso, la excusa perfecta y justificada para olvidarme de un montón de tareas, que siempre existen; a veces para dejar a un lado días no muy alegres y confusos, como estos últimos. Momentos de magia curativa.
Esta tarde nos hemos reído por teléfono con Inma. Daniel, como decía, ha vuelto ya al campamento. Regresa todos los días a eso de las 16,15. Pero es imposible subir directamente a casa: ha pillado la costumbre de darse una vuelta antes por el supermercado que hay en frente de casa (además de la magia, el deporte, la música, etc, le pirran las tiendas: como dicen en el colegio, es un entusiasta de casi todo). Inma me ha llamado mientras daban esa vuelta: desde luego, me decía, los críos siempre te dejan en ridículo; fíjate: les he puesto a las monitoras una nota advirtiéndoles de que estos días no tiene mucha gana de comer y que le cuesta más tiempo, que no le forzaran y tuvieran un poco de paciencia; y me devuelven el cuaderno diciéndome que ha sido el día que mejor ha comido desde que ha empezado el campamento… Te lo iba a advertir esta mañana, le he dicho yo, cuando me has contado lo de la nota: efectivamente los críos siempre te dejan mal, ya sabes, y Daniel es especialista en ello y en hacer un tanto la puñeta…. (esto último ha sido reconocido por el propio Daniel de viva voz, que lo divertido es tomarle un poco el pelo a la gente… síiiiii)
Vuelvo a traer la foto de mi sobrino como Dani Potter
excelente… daniel!!!! me encanta tu blog. y lo difundiremos en el programa de radio.. saludos a la tia luisa.viva la inclusión. y Se puedeale
Me gustaMe gusta
Se puede y se podrá, Ale. Besos.
Me gustaMe gusta