Va a ser que nadie es perfecto

Cuando se estrenó la película, dirigida por Joaquín Oristrell, «Va a ser que nadie es perfecto», creo que en el 2006, no fui muy consciente de toda la carga social y existencial que arrastraba esa comedia protagonizada por un ciego, un sordo y un cojo. No ubiqué correctamente esa película. Su implacable lógica ha revivido ante la trayectoria personal y profesional de su guionista, Albert Espinosa, que acaba de estrenar, ahora no sólo como guionista, sino también como director, «No me digas que te bese porque te besaré». Esta vez Espinosa hilvana su guión (que fue primero obra de teatro) en torno al mundo de los discapacitados intelectuales. Ya la primera película de la que fue guionista, «Planta 4ª» -dirigida por Antonio Mercero- trataba un tema en principio complicado: la vida de unos chavales en la planta de oncología de un hospital.

Albert Espinosa puede adentrarse con criterio suficiente en el tratamiento de estos temas, porque los conoce en primera persona. Y eso convierte su aportación en algo muy valioso. Porque la perspectiva de exposición cambia por completo respecto a lo usual en el mundo del cine. Ya es mucho que se hayan podido realizar estas películas y que las haya podido escribir y en un caso dirigir alguién que conoce, que sabe, que tiene realmente la información y las maneras.

Página web y blog de Albert Espinosa

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3 comentarios

  1. Me encanta escuchar a Albert en sus intervenciones en la SER.Su vísión de las cosas es tan natural que aplasta. Una inyección de normalidad y asunción que resulta imprescindible pero escasea.Lo repito hasta la saciedad. Me encanta

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