Conocer, un placer

Voy a ver si sé explicarme bien. Daniel es un disfrutón. No puedo saber con seguridad si es por convicción o por reacción, es decir porque tiende a apreciar las cosas desde el lado positivo por imperativo de carácter, o porque sus discapacidades devenidas de la parálisis cerebral le ha llevado a ampliar su capacidad de percepción e inmersión respecto a algunas cosas y actividades. Sea como sea (posiblemente una mixtura de ambas cuestiones), lo cierto y magnífico es que casi siempre busca lo que le hace bien y, coherentemente, piensa, de entrada, que todo puede tener algo que le motive. También me entusiasma mucho su desparpajo para rechazar aquello que no le comunica nada. Ya me gustaría.

Las ocasiones de fiesta y celebración son un campo abierto a la alegría y a la juerga. Aprovecha cualquier estímulo como un tobogán por el que zambullirse. Pero de igual manera, satisfacer la curiosidad por las cosas y por saber también le procura mucho bienestar, a juzgar por sus expresiones faciales y la atención con que sigue en la mayoría de las ocasiones los asuntos que abordamos. Reconozco que, en estos, en temas que están en su área de curiosidad e interés, a veces voy un poco a ciegas, pero con el tiempo he conseguido discriminar algunos que claramente lo están: además de la música y las narraciones de ficción – cuentos, teatro, más que animación o cine-, le gusta mucho la historia, todo lo relacionado con el Universo, su formación y elementos, y también la geografía.

¿Cómo voy acotando campos de interés? Pues probando. A veces, Daniel se manifiesta oralmente de forma directa, y si estamos viendo o comentando algún tema que no le interesa o le aburre, suele decir «NO», al tiempo que gira la cabeza de manera bastante despectiva. Pero otras veces recurrimos al lenguaje expresivo, sin más. Yo le digo: mira esto que vamos a ver es algo que creo que te puede gustar, pero si no es así, me dices, y si no puedes o no quieres hablar ahora, pon tu fantástica cara de asco, que no te preocupes, te entenderé perfectamente.

Fue lo que le dije ayer por la tarde, antes de empezar a ver y comentar los 3 primeros vídeos sobre la formación de la Tierra y la evolución de la vida en nuestro planeta en la lista de reproducción «Eras geológicas» del canal en Youtube «Pero esto es otra historia» (@PeroesoesotraHistoria): https://www.youtube.com/@PeroesoesotraHistoria/playlists. Nada de asco. Sonrisas, expresiones de sorpresa e incluso de júbilo ante el descubrimiento de que la Luna es una cacho de la Tierra, que salió volando cuando chocó con nuestro planeta su hermano Theia, o ante la cantidad de superpescados que albergaban los mares y los maravillosos nombres de los dinosaurios. Nos quedamos en la desaparición de estos, e hicimos un resumen un poco escenificado por nuestra parte para concluir, lo que disparó el nivel de risas, que hubo que rebajar a toda máquina, porque para Daniel es complicado controlar la emoción :hay una explicación neurológica para ello, que intentaré explicar en otro momento, en la medida en la que sea yo capaz. De momento, unas foticos: recién disfrazado por la mañana en casa, el día de Halloween, a punto de bajar a coger el autobús para ir a Los Pueyos; con sus compañeros en el centro (la fotografía está , junto a otras de la celebración, en la página de Facebook de la Fundación); y una tercera, en casa, atento al «pifostio» de cosas que le sucedían a la Tierra en el comienzo de los tiempos.

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